Emma Roo era solo una pequeña cachorrita dálmata cuando su dueño la abandonó por un pequeño defecto físico en un dedo del pie. Y así, terminó con comerciantes de carne de perro en China.
Cuando tenía 8 semanas, los hombres del matadero le cortaron las orejas, la cola y las patas delanteras. Estaban a punto de masacrarla cuando un grupo de rescate intervino y se la llevó.
Emma estaba en una agonía traumatizante porque le habían cortado las patas delanteras sin anestesia. Es una práctica local vil hacer que los perros sientan el “dolor” durante el sacrificio, ya que la “adrenalina resultante hace que la carne esté más tierna”.
Mientras Emma se recuperaba gradualmente de la experiencia del mercado de carne, los rescatistas sabían que nadie adoptaría un perro de 2 patas en China. Fue entonces cuando se acercaron a Dalmatian Rescue del sur de Florida y les pidieron que ayudaran a esta pobre niña.
Después de algunas dificultades, Emma finalmente decidió viajar al extranjero con una nueva esperanza en la vida. Llegó a Estados Unidos justo antes de que se suspendieran los viajes internacionales tras la pandemia de coronavirus. ¡Chica con suerte!
A los pocos días de su llegada, Emma encontró su hogar definitivo con Misha Rackcliff Hunt, residente de Carolina del Sur. Para Misha, Emma era como un alma gemela que debía encontrar.
Entonces, si bien la cachorrita maltratada se asustaba y se asustaba con todos, ¡se sentía como en casa con su nueva mamá!
Misha notó que Emma gritaba sin cesar y tenía un ataque de pánico cada vez que estaba cerca de hombres, solo porque le recordaban a los trabajadores del matadero.
Para aliviar sus miedos, Misha contrató a un terapeuta canino que ayudó a Emma a sentirse cómoda con todos los humanos.
Tomó algo de tiempo, pero Emma finalmente se convirtió en una perrita amigable y aventurera. Con terapia regular, sus extremidades se han vuelto fuertes y flexibles y ¡ahora puede usar cómodamente una silla de ruedas!
Hay mucha gente que piensa que los perros como Emma deberían ser sacrificados. Pero las alegres sonrisas de esta pequeña maravilla demuestran que ella es una bendición y no una carga.
Ella es un ícono para el comercio de carne de perro y para los sobrevivientes de discapacidades en todo el mundo, ¡y también una verdadera inspiración para las personas oprimidas que luchan por una vida mejor!
COMPARTE para transmitir esta historia a un amigo o familiar.