Los científicos finalmente han revelado cómo habría sido el legendario rey egipcio Tutankamón durante su reinado de poder hace más de 3.300 años.
Utilizando un modelo digital de su cráneo momificado, equipos de Australia, Italia y Brasil lograron recrear el rostro del Rey Tut, según un nuevo estudio que se publicará en la Revista Italiana de Anatomía y Embriología.
“Parece un hombre joven con un rostro delicado”, dijo el coautor y experto en gráficos brasileño Cicero Moraes. “Mirándolo, vemos más a un joven estudiante que a un político lleno de responsabilidades, lo que hace que la figura histórica sea aún más interesante”.
Según Moraes, de 40 años, el equipo no tuvo acceso directo al cráneo del ex faraón, lo que dificultó mucho el modelado.
Afortunadamente, el equipo pudo obtener registros de estudios anteriores que incluían referencias a las medidas del cráneo, así como fotografías de Tut, quien gobernó desde 1332 hasta 1323 a.C.
“Fue un trabajo detectivesco, donde se concatenaron rastros de información para brindarnos un modelo tridimensional del cráneo”, explicó Moraes. “Con los datos de proporciones y algunas mediciones cefalométricas importantes, fue posible tomar el cráneo digital de un donante virtual y ajustarlo para que se convirtiera en el cráneo de Tutankamón”.
La cámara funeraria de Tutankamón, descubierta en 1922 por el arqueólogo británico Howard Carter, se encuentra en las profundidades del Valle de los Reyes de Egipto.
La tumba ha sido objeto de curiosidad para varios historiadores y equipos de investigación, que han sido enviados para resolver los misterios que la tumba aún puede ocultar.
Michael Habicht, egiptólogo, arqueólogo de la Universidad Flinders en Australia y coautor del estudio, dijo que el modelo es muy similar a uno realizado en 2005.
“Nuestra reconstrucción es sorprendentemente parecida a la realizada por un equipo francés hace unos años”, afirmó Habicht. “También se corresponde con las representaciones antiguas de Tutankamón, especialmente con la cabeza de la flor de loto del tesoro de su tumba”.
Moraes cree que los equipos han desarrollado una buena réplica de cómo era el antiguo gobernante en la vida real.
“Frente a los estudios que hemos desarrollado con datos de personas vivas, comparando proyecciones con medidas reales, estamos seguros de que hay buena compatibilidad con el rostro real en la estructura general”, afirmó Moraes. “Entré como una persona que apreciaba el antiguo Egipto y salí ahora como un verdadero fanático de esta impresionante cultura, lleno de determinación de estudiar más y sacar a la luz otras piezas de su fantástica historia”.