Cuando la lluvia finalmente amaina, una maravillosa transformación adorna las serenas orillas del río. Un magnífico arco de colores emerge, adornando el cielo con una sinfonía de matices incomparable. El arco iris de este río, un testimonio del arte consumado de la naturaleza, se extiende a través del horizonte, encantando a todos los afortunados de presenciarlo. Cada tono se funde perfectamente con el siguiente, tejiendo un tapiz armonioso que parece casi de otro mundo. Rojos, naranjas, amarillos, verdes, azules y morados vibrantes convergen para formar un arco fascinante, uniendo el reino celestial con nuestro dominio terrestre.